3 formas de reaccionar ante los errores que cometen tus hijos
Cuando a los niños les preocupa cometer demasiados errores o fallar en algo, las consecuencias emocionales pueden ser difíciles de manejar. Según el profesor de la Universidad de Berkeley, Martin Covington, el miedo al fracaso está directamente relacionado con la autoestima o la creencia de que eres valioso como persona.
En un estudio de cuarto a sexto grado de primaria, los investigadores analizaron las respuestas emocionales de los estudiantes cuando cometieron errores e identificaron tres estilos distintos:
a. Retirarse y culpar a alguien más.
b. Seguir adelante y mirar más allá del error.
c. Presentar algo de culpa, resolver la situación y tener más cuidado en lo que hacen. Estos generalmente se culpan menos, participaban más activamente en la resolución de problemas con sus compañeros y se ganaban más respeto por parte de los docentes.
Aquí radica el mayor desafío: ¿cómo podemos ayudar a los niños a aceptar sus errores y fallas, especialmente en la escuela, para que puedan traducir esta habilidad al mundo real?
1. Fomentar que trabajen en privado. A algunos estudiantes les puede resultar más desafiante emocionalmente trabajar en un grupo pequeño cuando tienen demasiadas dificultades, y en estos casos es mejor que trabajen en privado. Así que considere brindar opciones a los niños que puedan necesitar un poco de espacio.
2. Impulsar la persistencia de los hijos: “Sigue intentándolo”. ¡No te rindas! “Un estudio de 2017 demuestra que cuando los adultos modelan la persistencia en el trabajo hacia un objetivo, los bebés de tan solo 15 meses tienden a imitar ese comportamiento. La persistencia se puede aprender. Como docentes y/o padres, tenemos mucho poder para influir en los esfuerzos de nuestros estudiantes o hijos al compartir nuestra propia vulnerabilidad e identificar nuestras propias emociones, nuestro proceso de resolución de problemas, y nuestro compromiso de seguir adelante. Los estudiantes que se involucraron en el tercer estilo todavía sentían culpa cuando cometían errores, pero continuaron participando e intentándolo.
3. Modelo de autocompasión: “Sé amable contigo mismo cuando estés confundido; está bien.” Los niños pueden aprender a pensar: “Esto es difícil y no lo entiendo”. No estoy sólo aquí; otras personas se confunden igual que yo; está bien no saber la respuesta en este momento. Puedo ser amable conmigo mismo y saber que voy a encontrar mi camino a través de este desafío.
Publicado originalmente por el Colegio Cedros Norte.